EL TORO DE LA VEGA
Señoritos a caballo embadurnados con la banderita de esa su patria, catetos analfabetos
orgullosos de su hombría, irresponsables defensores de las tradiciones,
pertenecerán al género homo pero han de desvincularse de la especie sapiens.
¿Qué se puede esperar de una sociedad así? Es
absolutamente desmoralizante, es un
golpe en la esperanza de cuantos empeñados en mil causas diferentes, luchan
por construir otra realidad más justa con todos los habitantes del Planeta Tierra, que nos presta sus
capacidades para que desarrollemos la
vida. Y lo es, no solo por la
humillación y el sufrimiento infringido en este caso al toro, no hay una sola
especie animal o vegetal que no haya experimentado lo mismo desde que el hombre
se auto descubrió como especie dominante (para dominantes las cucarachas que
nos superan en unos cuantos millones de años de evolución) si no porque hace
realidad, algo que en el fondo todos sabemos, como especie somos unos
fracasados. Y yo me avergüenzo cuando
discuto con un cazador, sobre su derecho indiscutible a matar, otorgado una vez
más por su puesto en la pirámide, y me desespero cuando entiendo que el hombre es capaz de hacer esclavos entre los de su propia especie, y comprendo
porque estamos aquí y hasta donde seremos capaces de llegar, estando tan cerca
del abismo. Y me desilusiona y aumenta en mi otra vez ese oscuro pesimismo,
contra el que solo encuentro un remedio seguir luchando, junto a otros muchos... todos, anónimos pero dispuestos; como los
valientes que ayer se enfrentaron al sinsentido de nuestra especie.
Vasenbachoqueta.
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